miércoles, 28 de diciembre de 2011
Diario de Alcalá
lunes, 26 de diciembre de 2011
Wake up mail
viernes, 23 de diciembre de 2011
Otra vez, Oaxaca
Tenía cuatro días de vacaciones y ronchas en la espalda causadas por una intoxicación de gorditas queretanas. Necesitaba masajes, agua termal y comida sana. ¡Ixtapan de la sal!, pensé. En esos balnearios tuve una infancia relajada, feliz y enlodada. Mientras investigaba hoteles, un tuit de algún escritor o editorial me informó que en Oaxaca estaba la Feria del Libro Independiente. Le pregunté a mi Maridaje que si no le importaba cambiar masajes en la espalda por una maleta en la espalda retacada de libros. Estuvo de acuerdo con el sacrificio. Compré los boletos por internet y, al día siguiente por la tarde, partimos a la central del norte de Chilangolandia.
Llegamos la madrugada de un miércoles. Maldormí medio torcida y toda congelada en esos horribles autobuses ADO. Por culeros, esos autobuses merecen un post aparte. No habíamos reservado hostal y no me apetecía llegar a la pensión de la vez pasada. Ahí no hay internetz para mi smartfon, le dije a mi Marido, al mismo tiempo que acariciaba la hermosa pantalla de mi recién comprado Ideos. Compramos un café y nos pusimos a buscar hostales en mi celular.
Apenas había pasado un año desde la última (y única hasta ese momento) vez que fuimos a tragar a Oaxaca. Así que las calles cercanas a la central de autobuses nos eran conocidas. Con los hostales marcados en el mapa del centro histórico de la revista de viajes, nos pusimos a caminar. Pasamos 2 o 3 hostales y nos quedamos en uno que nos dejó a 350 pesos las 4 camas de una habitación. Además, la pila del smartfon estaba por valer madre.
Puse a cargar el teléfono en lo que esperábamos una hora decente para ir a almorzar. A las 7:45 nuestras tripas nos obligaron a mover el culo. En el viaje anterior, prácticamente no salimos del 20 de noviembre, el mercado de comida. Esta vez, decidimos caminar un poco más y fuimos al Mercado de la Merced. Justo antes de llegar, vi una blandudería. No se llaman así, pero es donde las señoras hacen las blandas y las tlayudas. Son esas tortillonas de 40 centímetros de diámetro en las que se come tasajo o con las que se desembadurna el mole del plato. ¿Te imaginas una de esas con quesillo?, le dije a mi Señor. Corrimos al mercado.
[singlepic id=329 w=180 float=left]Encontramos la zona de comidas con facilidad; es donde la gente está gritando platillos: Memelas Tlayudas Enchiladas Coloradito Co nCostilla Chocolate de Agua Atole Quezadillas Pan de Yemaaaa! El acoso es sorprendente, pero nuestro colmillo mercadero nos hizo quedarnos con una doña que hablaba con diminutivos «¿Qué le sirvo güerita? ¿Un chocolatito con panecito?» Pedimos dos; uno con leche y otro con agua. Y comenzamos a sopear. Amo el chocolate de Oaxaca; preparado con leche bronca, canela, espumoso y servido en jícaras. De intermedio, memelitas con quesillo. Enfrijoladas con costilla y enchiladas para terminar. Café de olla pa´que resbalara.
Regresamos al centro y nos paseamos sin detenernos en los stands de la feria del libro. Dos pasillitos de puestos de libros. ¿Qué es exactamente una feria del libro independiente? ¿Son editoriales independientes? ¿Escritores sin editoriales? Aún no sé. La cosa es que había muy pocos stands; sólo dos librerías «grandes» y la editorial anfitriona (Almadía). El resto de los stands eran libros usados, música y juguetes y libros para niños. Y nada con descuento. Los eventos fueron escasos y casi ninguno con público entusiasta. Y lo peor: algunos de los escritores que estaban anunciados, no iban.
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Cultoroseando con Fadanelli y Ripstein
Para curar nuestras penas, tasajo recién asado. En nuestra visita anterior, lo comimos sólo en tlayudas. Ya el último día descubrimos un pasillo en el 20 de noviembre con un enorme asador que te lo cocinaba al instante. El tasajo es carne de res delgada y suave. La asan al momento y puedes acompañarla de frijoles, cebollitas, etcétera. Lo devoramos entre el olor a tripas tatemadas y humo de carne asada. Con tortillas blandas y chiles de agua con limón.
A la mañana siguiente decidimos caminar alejándonos del centro. Lo bautizamos «El tur de las iglesias y las librerías» y subimos por Independencia hasta la Basílica de la Soledad. Aunque no había tantas librerías, las iglesias fueron un buen fondo para fotos de besos de lengüita. Me enteré que en una de esas iglesias se casó Benito Juárez. Supongo que lo ateo y liberal le salió después. La revista-guía presumía unas deliciosas nieves en La Soledad, pero me engañaron. Lo que sí, el templo está bonito.
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Manzaneros ligando
Volvimos al zócalo para comer memelitas en el 20 de noviembre y comprar vestidos típicos a mi sobrina. Y —claro— mole, mezcal y chocolate para invitar a los amigos en Querétaro. El aire nos enfriaba los cachetes por las noches, pero nada que no pudiéramos soportar con la superchamarra anti autobuses ADO. Así que no faltamos a los eventos al aire libre que había organizado la feria y a alguna cantina recomendada por una tuitera (¡gracias!) .
En nuestro último día, decidimos ir a Mitla. Tomamos un autobús a la central de segunda y ahí esperamos el camión de 14 pesos a Mitla. El recorrido dura poco más de una hora. Mitla es un pueblito dedicado a la producción de mezcal artesanal. Tiene una zona arqueológica mezclada con una iglesia española y unas moto-taxis de lo más lindas. Después de comer las rigurosas quesadillas, tomamos una moto-taxi a la zona arqueológica. Hacía calor y estábamos cansados, así que compramos unas nieves. Esta vez, de-li-cio-sas.
[singlepic id=328 w=300 float=left]La gente en Mitla es muy amable y tienen un acento lindo. Supongo que es por hablar zapoteco (¿o mixteco?). Lo hablan entre ellos y mezclan algunas palabras en español. Las doñas de las quesadillas hablaban de la pelea del Márquez y Paquiao el que sería esa noche.
No podíamos decidir sobre viajar a Hierve el Agua o no. Hierve el Agua es una zona de manantiales y rocas. Tranquilo, natural, soleado; el día de campo perfecto. Pero no traíamos traje de baño y ya era un poco tarde. Son casi 1.5 horas desde Mitla y hay que sumarle una hora de regreso a Oaxaca. Además, aquella noche regresábamos a la capital. Por nuestra indecisión, el transporte colectivo se nos fue. No hay autobuses, son unas nisán de estaquitas cubiertas en la parte de la caja en las que unas tablas simulan un asiento. Tampoco tiene horarios, hay que esperar que se llene la camioneta para salir. Esperamos una hora y nos dio hambre. Así que regresamos a Oaxaca en taxi colectivo.
Resulta que por 20 pesos puedes compartir un taxi-tsuru con alguien más. Aún no estoy segura si son más cómodos que los camiones pero hay más salidas. De vuelta en Oaxaca, el hostal nos dejó usar sus instalaciones para llorar por nuestra inminente vuelta a la realidad.
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Realistas contra negros
En nuestra primera visita a Oaxaca, había plantón de maestros en pleno zócalo. Algunas calles olían a miados y nos despertaron de madrugada los petardos de los manifestantes. Aunque era verano, hacía frío por la lluvia. Esta vez, el centro estaba iluminado y la gente disfrutaba de sus andadores. Me llamó la atención la cantidad de policías en la calle, sin embargo, no me enteré (o vi) algún incidente.
La segunda vez que visitas un lugar se siente distinto. Está la ventaja de que ya sabes moverte, repites lo que te gustó y evitas lo que no. La desventaja es que puedes caer en lo mismo. Y aunque irnos a meter a la Papelera Escolar a ver libros es un imperdible, recorrimos más calles y nos sorprendimos con más sabores. Volvimos a Santo Domingo, pero ahora había unos realistas matando negros y una boda con fuegos artificiales. Como también había un festival de música, escuchamos a chavos trompeteros en el mercado y en la plaza. Descubrimos una familia de ratones en las jardineras y a los locos del centro. Vimos al Cochiloco bailar con su mujer a ritmo de Paté de Fua.
Es la segunda vez que lo digo: vayan a Oaxaca, no se van a arrepentir.
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jueves, 15 de diciembre de 2011
Orsai y las decisiones de consumo
- He leído todo el blog de Orsai y todo el de Más respeto que soy tu madre.
- Hernán nunca ha bajado de internet los textos que hizo libros.
- Hablo de El Gordo y de Chiri como si fueran viejos amigos “Hoy, Hernán escribió que su madre lo puso en ridículo ante sus lectores”, le digo a mi Maridaje.
- La revista es una locura de una bola de amigos.
- Son pro-Creative Commons, es decir, entienden por dónde se mueve esto del internetz.
- Y por supuesto, nació del un blog y se alimenta de internet.
Así que decidí hacerme distribuidor del siguiente año. Las revistas las venderé al costo, sólo necesito saber quién está interesado (de preferencia en Querétaro o Guadalajara).
Si no sabes de lo que es Orsai o las 4 revistas que han salido, pícale aquí
Si estás interesado en comprarlo el año que entra, déjame un mail: rossymr@gmail.com
miércoles, 14 de diciembre de 2011
La suave danza del dulce amor obscuro o el ridículo de los martes y jueves
- Tengo 30 vértebras en el cuello y puedo sentir 32
- Los calambres en las plantas de los pies duelen más que los del dedo chiquito
- La cadera cumbianchera no funciona con los tamborazos
- Mis hombros están desconectados del cerebro
- Tengo la flexibilidad de un mueble rústico
jueves, 8 de diciembre de 2011
Sueños
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Tengo un smartphone pendejo
viernes, 25 de noviembre de 2011
Pinches Asesinos de computitos
Sé que para ustedes, los mortales, el ser computito es un rol genérico. Pero les tengo noticias: el que hayamos llegado vírgenes a los 20 años y que les demos un nombre cariñoso a nuestras compus no nos hace a todos iguales. Por ejemplo están mis primos de soporte técnico. Esos santos de voz suave que se sacrifican por nosotros al ponerse de carne de cañón. O están mis tíos de Infraestructura. Esos seres mitológicos mitad cable y mitad humano habitan los sótanos. Ustedes los mortales sólo se acuerdan de ellos cuando Aitch, no hay internetz pa’ ver los gatitoz. Los diseñadores web son mis hermanastros, pero no por ello mal queridos. Su enorme creatividad es la que tal vez identifican y celebran con más claridad. Después de algunas orgías extremas nacieron los socialnetworkers (con publicistas) o los gadgetnewseros (con vendedores de TV). No hablaré más de la familia, sólo quería dejarles claro que no todos somos iguales.
Yo, estoy en el desarrollo de software. “Programadores” es el término coloquial. En algún momento y supongo que por culpa de algún asesino de computitos, se decidió que el título programador se veía feíto en las tarjetas de presentación. Entonces nacieron los Arquitectos (no nos odien (chiste local)). Los Developers que programan pero suena más cool desarrolladores (¿?). Los DBA, Analistas y Diseñadores son otras especializaciones de algo que, irremediablemente termina en unos y ceros. Y por supuesto, los Testers o mal llamados, QuÁs.
A ésta última raza pertenezco yo. Y todo comenzó con esto:
No tuve Barbies. En su lugar me compraron una Juanita Pérez, El exceso de chiches de la güera gabacha no agradaba a mi mamá. Tampoco veía el Chavo del Ocho. Los “menso” de su protagonista tampoco pasó el nivel de calidad impuesto por mi madre. Y nada de Nintendos que promovía el sedentarismo en los niños. Por eso, mi padre llegó con una Commodore 16, con unidad de casette y todo.
Continuará con un manzanero que no canta.
lunes, 21 de noviembre de 2011
Este blog es googleplusero y no se admiten "likes"
Así que declaro a este blog y todos mis blogs googlepluseros y su página se llama 50 blogs:
Así que si no quieren ver los videos de perritos y de odio de iphones que comparto en mi cuenta personal de google plús, añadan a sus círculos esa página.
No tenía pensado rediseñar el blog, pero la plantilla estaba ahí. Y está rebonita. Si lo leen desde un feed, échense una vueltesita a ver.
PD. En el menú de arriba a la derecha pueden elegir la vista del blog.
domingo, 13 de noviembre de 2011
Y un año después...
Día 30. Una canción que escuchabas hace un año
lunes, 7 de noviembre de 2011
El lonche de pierna y otros oscuros secretos tapatíos
- No tiene migajón. No hay insumo suficiente para apelmazar figuras eróticas con baba.
- No tiene "chichita" en las puntas. Esa protuberancia que hace que los bolillos lleguen incompletos a la cena.
- Es duro y crunchiesco. Si no te lastimas una encía, posiblemente sea pan pirata.
- Es poco salado. Poco.
- Es delicioso con crema o queso panela.
sábado, 5 de noviembre de 2011
Blumy cara blanca y huevos colgantes
viernes, 28 de octubre de 2011
Scampi tiene pulgas (y Gazpacho nada)
Mi primer perro tuvo garrapatas. Era un cocker medio menso y bastante corriente con muy mala suerte. Cuando lo compramos, mi mamá lo quiso echar. Se quedó gracias al drama infantil y a los ojitos con párpados suplicantes que tenía. Después le salió una hernia en el ombligo. Mi papá, que es doctor, le puso una moneda apretada con maskin tape "pa' que se metiera". No funcionó y tuvieron que meterle cuchillo. El día que lo operaron yo recé un rosario. Hice trampa (recé 5 aves marías en vez de diez) y el perro sobrevivió. Ahí comenzó mi ateísmo. A lo que no sobrevivió (ya ni recé) fue a las llantas de un carro. Y justo cuando habíamos logrado quitarle las garrapatas, pensé al pie de su tumba. Mi papá lo enterró en el jardín de enfrente y le hizo una lápida de cemento con su nombre: Dogy Dagoberto. Durante mucho tiempo, mis vecinitos decían que mi perro se aparecía por las noches.
El liquidito ese cuesta 180 pesos. Y por dos son 360, que es con lo que yo como toda la semana. Me duele el codo y se los compro hasta que las pulgas los persiguen. El sábado, la desesperación rascatoria se incrementó. Así que con el poder de mi firma, compré el liquidito ése. No sé que tan efectivo sea, pero las rascadas han disminuido y yo lo veo dormir sin preocupaciones
lunes, 17 de octubre de 2011
Tía Rosa
Desde los cinco años sabía cómo era: las contracciones, los pujidos, el niño saliendo de la vagina. Mis papás me lo explicaron con un libro de dibujos de anatomía. El libro, no sólo hablaba del parto y el embarazo; también explicaba cómo respiramos y convertimos el alimento en energía; de las conexiones eléctricas del cerebro y los impulsos que nos hacen pensar y actuar. Sin embargo, de todos esos dibujos, del que me acuerdo con más claridad es el de la cabecita peluda saliendo entre las piernas de su madre.
Cuando mi hermana y yo jugábamos a tener hijos lo hacíamos usando una muñeca, con las piernas abiertas y una almohada en la panza. ¡Puja! ¡puja! gritaba la que le tocaba ser el doctor. La otra torcía la cara, gritaba algunas maldiciones y ¡tarán! nacía un bebé-muñeco entre la almohada que salía por las piernas.
Minutos después me despertaron con la noticia que a mi hermana le habían comenzado las contracciones. Eran las 5:30 de la mañana. Brinqué de la cama, me vestí y desperté a mi Maridaje con el grito de ¡Baby Time!. Saqué a mis hijos al parque y cuando volví, mis papás ya estaban dentro del coche.
Aún no salía el sol y, para ser domingo, había bastante gente en la calle. Llegamos al hospital y nos encontramos a mi -muy nervioso- cuñado olvidándose hasta de la fecha de nacimiento de mi hermana. Ella estaba en un consultorio y mi mamá (que había saltado del coche) ya estaba con mi Sis. Cuando terminó el papeleo, la recepcionista dijo: “vamos a subirla a la habitación”. Pensé que sería una gran foto para el álbum: “mamá subiendo a la habitación”. Entré al consultorio. La vi sobre una camilla, sosteniéndose la enorme panza y torciéndose hacia el centro. Sudaba y estaba roja. La cara, como cuando jugábamos a parir, estaba torcida. Pero esta vez el dolor era real.
Pasó de tres centímetros de dilatación a ocho y el doctor no llegaba. A las 7:30, por fin llegó y se fueron de inmediato al quirófano. Media horas después tenía una sobrina con todo en su lugar. Mi Sis regresó sonriente y feliz. En cambio, yo tenía el ojito de Remi.
Mi sobrina es el primer nieto. Yo sé que no quiero tener hijos, pero nunca le pregunté a mi Sis cuál era su postura al respecto, aunque nos reímos mucho al descubrir en el librero de mis papás la “Guía del Abuelo”. Ella es menor que yo, pero también pasa los 30. Así que la nietecita llegó cuando mis papás ya estaban resignados a ser sólo tio-abuelos.
Ser tía no es algo que yo hubiera anhelado. Nunca pensé Un día que tenga un sobrino, lo voy a llevar al Chimulco. Nada tuve que ver en la planeación, gestación o nacimiento. Ni siquiera le he dado un regalo a mi hermana o a mi sobrina. Pero estuve ahí la primera vez que le dieron chiche. Le sequé el sudor a mi hermana y le daba golpecitos a mi sobrina en las plantas de los pies para que no se durmiera. Vi que su mamá no sabe hacerla taquito (ni su tia, ni su abuela) porque la chamaca insiste en sacar las manos de tiranosaurio.
El día que salieron del hospital volví a Querétaro. Aún no salía de Guadalajara y ya extrañaba a mi sobrina. Aunque no hace mucho más que dormir, comer, cagar e intentar sacar las manos de las cobijas, quiero estar con ella. Pienso cómo consentirla y malcriarla. En que vamos a jugar a hacer inventos y nos disfrazaremos de zombies. Quiero escribirle un cuento y que las ilustraciones adornen su cuarto. Que cuando crezca un poco, la dejen venir de vacaciones para llevarla al circo que está en el centro y comer elotes hasta casi vomitar. Y cuando crezca más, llevarla a Europa.
Mi sobrina me ha vuelto en una chípil maricona. Hablo más a Guadalajara y pido que me la pongan en Skype. Ya tengo a mi Maridaje hasta la madre con mis lloriqueos y detalles insignificantes de la chamaca: que los ojos aún no agarran color, que lloró mucho una noche, que la chiche no la llena.
Nunca pensé que me iba a sentir así. Así tan feliz.
Phineas y Ferb no es de mi infancia, pero es mi caricatura favorita de todos los tiempos por muchas razones que después diré. Entre ellas, las canciones que rulean harto.
jueves, 13 de octubre de 2011
CYA
- Gobiernos estatales, federales y municipales que se dedican a echarse la bolita sobre los problemas de los gobernados.
- Lugares de trabajo en los que la gente utiliza la descripción de puestos para defenderse (eso a mí no me toca)
- Maestros que se las dan de muy revolucionarios y se hacen güeyes ante las demandas de los estudiantes.
- Gente que sólo se dedica a hablar mal de los demás y/o cambia de postura dependiendo del que está en frente.
No estoy segura que Tropikal Forever sea un gusto 100% culposo. Pero estoy segura que su vida es muy triste si no los conocen. Mi preferido: Ando Tieso, el cover de Queen (Under Pressure)
lunes, 26 de septiembre de 2011
300,000 km/segundo
Una de las razones del éxito de la ciencia es que tiene un mecanismo incorporado que corrige los errores en su propio seno. Quizá algunos consideren esta caracterización demasiado amplia pero, para mí, cada vez que ejercemos la autocrítica, cada vez que comprobamos nuestras ideas a la luz del mundo exterior, estamos haciendo ciencia. Cuando somos autoindulgentes y acríticos, cuando confundimos las esperanzas con los hechos, caemos en la pseudociencia y la superstición. Cada vez que un estudio científico presenta algunos datos, va acompañado de un margen de error: un recordatorio discreto pero insistente de que ningún conocimiento es completo o perfecto. Es una forma de medir la confianza que tenemos en lo que creemos saber. Si los márgenes de error son pequeños, la precisión de nuestro conocimiento empírico es alta; si son grandes, también lo es la incertidumbre de nuestro conocimiento. Excepto en matemática pura, nada se sabe seguro (aunque, con toda seguridad, mucho es falso).A pesar de lo que se piensa, los científicos (o al menos los verdaderos) nunca declaran certezas absolutas:
Los humanos podemos desear la certeza absoluta, aspirar a ella, pretender como hacen los miembros de algunas religiones que la hemos logrado. Pero la historia de la ciencia —sin duda la afirmación de conocimiento accesible a los humanos de mayor éxito— nos enseña que lo máximo que podemos esperar es, a través de una mejora sucesiva de nuestra comprensión, aprendiendo de nuestros errores, tener un enfoque asintótico del universo, pero con la seguridad de que la certeza absoluta siempre se nos escapará. Siempre estaremos sujetos al error. Lo máximo que puede esperar cada generación es reducir un poco el margen de error y aumentar el cuerpo de datos al que se aplica.
Como la ciencia nos conduce a la comprensión de cómo es el mundo y no de cómo desearíamos que fuese, sus descubrimientos pueden no ser inmediatamente comprensibles o satisfactorios en todos los casos. Puede costar un poco de trabajo reestructurar nuestra mente. Parte de la ciencia es muy simple. Cuando se complica suele ser porque el mundo es complicado, o porque nosotros somos complicados. Cuando nos alejamos de ella porque parece demasiado difícil (o porque nos la han enseñado mal) abandonamos la posibilidad de responsabilizarnos de nuestro futuro. Se nos priva de un derecho. Se erosiona la confianza en nosotros mismos.
Pero cuando atravesamos la barrera, cuando los descubrimientos y métodos de la ciencia llegan hasta nosotros, cuando entendemos y ponemos en uso este conocimiento, muchos de nosotros sentimos una satisfacción profunda. A todo el mundo le ocurre eso, pero especialmente a los niños, que nacen con afán de conocimiento, conscientes de que deben vivir en un futuro moldeado por la ciencia, pero a menudo convencidos en su adolescencia de que la ciencia no es para ellos.
En su encuentro con la naturaleza, la ciencia provoca invariablemente reverencia y admiración. El mero hecho de entender algo es una celebración de la unión, la mezcla, aunque sea a escala muy modesta, con la magnificencia del cosmos. Y la construcción acumulativa de conocimiento en todo el mundo a lo largo del tiempo convierte a la ciencia en algo que no está muy lejos de un pensamiento transnacional y transgeneracional.Para mí, eso es lo hermoso y emocionante de la ciencia. Les dejo un video explicativo de la Teoría de la Relatividad. Mi maestro de física lo explicaba aventando el borrador a la pared y hormigas superluzónicas en el Cañón del Colorado, pero este está bastante mejor. No está de más saber por qué tanto pedo.
martes, 13 de septiembre de 2011
Me gustaría
Me gustaría no editar, no releer, no retroceder en los párrafos. Me gustaría no quedarme dormida tan temprano. Me gustaría no procrastinar cuando digo que voy a escribir. Me gustaría recuperar la confianza y perder las ansias de perfección. Me gustaría que no fuera tan difícil atreverme. Me gustaría anotar las ideas que tengo, en el momento que las tengo.
Pareciera que escribir es encontrar. Encontrar las palabras, el tiempo, la energía. Cuando escribir es sólo ponerse frente a una hoja en blanco y vaciar lo que hay en la cabeza. Lo demás debería de sobrar, ¿cierto?
jueves, 8 de septiembre de 2011
La hermandad de la uva
La novela es una gozada de principio a fin. Me enganchó el lenguaje directo y los personajes estupendamente caracterizados; de esos que te imaginas y sientes que los conoces. Podría pensarse que narrar sobre un padre borracho, una madre ultra-católica y chantajista que lideran a una familia disfuncional es un enorme lugar común. Sin embargo, los personajes son entrañables. Amé a Nick Molise, el octogenario padre; borracho y mujeriego. Salí corriendo a comer comida italiana después de leer sobre ñoquis y berenjenas con queso (y fui estafada con pasta insípida) que cocina María, la madre. Henry Molise (no sé si llamarlo protagonista, porque el padre es el hoyo negro de la novela) se encuentra, sin saber bien cómo, de regreso a la familia de la que huyó al decidir ser escritor. El regreso al nido le da un aire a roadtrip; de esos que conoces algo nuevo o dimensionas diferente las cosas. Sin embargo, Henry Molise no descubre nada nuevo. Su padre sigue siendo un hijo de puta egoísta que quería albañiles y no hijos. A pesar de la edad, los sentimientos o lo vivido, Henry se niega a dormir con él o a soportarlo con una cara más amable. El padre y sus amigos son unos cabrones unidos por el vino y las ganas de cagar gente.
Hay una escena en la que Henry “seduce” a la enfermera de su papá. Llora por sexo y la convence. Cuando la tiene en pelotas, se da cuenta que la enfermera tiene las carnes colgantes: tetas a la cintura y nalgas a medio muslo. Intenta huir, pero no tiene los huevos y terminan cogiendo. La escena, más tragicómica que sexual me sacó de onda. ¿Qué significa? ¿Por qué está justo en ese momento de la novela? No lo sé. Cuando una lectura hace feliz a mis pupilas, no la necesito analizar. Acá una reseña más mejor
En esta sociedad, que busca y engalana sólo a triunfadores, el leer y reflexionar sobre fracasos e hijodeputas me hizo regresar a esta realidad imperfecta que he disfrutado.
jueves, 1 de septiembre de 2011
Tenis con vestido azul
Olor a pañal
viernes, 19 de agosto de 2011
Winter is coming
Y es que las películas de fantasía me duermen. Pasó con LOTR, Harry Potter y el laberinto del fauno. Babeé tanto la butaca del cine que tuve que pagarles limpieza. Por el bien de mi economía, las evito.
Game of Thrones tiene zombis medievales, enormes lobos y dragones. Hablan de dioses (nuevos y viejos) y maldicen por los siete infiernos. Los personajes son fuertes y atractivos. Y no hablo exclusivamente de la parte física (aunque las putas tienen unas chichotas) sino que la fuerza que transmiten siempre me dejan dudando sobre lo que harán después. Sobre todo el enano, Tyrion Lannister es un misterio (y un encanto) para mí. En general, la línea entre buenos y malos está muy desdibujada. No hay el perfecto o el desgraciado o el idiota. Con cada capítulo, los personajes se van delineando y evolucionan. Los juegos de poder, envidias, lujurias y miedos hacen que la historia sea la gran protagonista.
Aunque no demerito la serie. Entiendo que poner tanto detalle es difícil. Lo importante está contado y la escencia de los personajes bien lograda. George R.R Martin está metido con los HBOs así que grandes momentos nos esperan cuando el invierno llegue.
viernes, 5 de agosto de 2011
Payasadas
-Ya déjalas, Luis. Luego no pueden dormir.
PD. Los gorrones también fue un hit en mi infancia. Acá el Chava Flores con el Loco Valdés y Mauricio Garcés, de las cosas que no hubiera visto sin you tube, snif
martes, 2 de agosto de 2011
BlogTestamento
- Ficción y cuentos publicados en cualquier blog. Para Ricardo Ortega, mi editor, regañador ortográfico y las diéresis de mis “u”s.
- No le cuentes a mi madre y los blogs relacionados con los viajes son propiedad de Héctor Zape, de los pocos locos que saben lo que es viajar.
- Los posts sobre computencias, la vida online y demás ñoñadas son para Ángel el Ornitorrinco. Que los sufre y valora igual que yo.
- Este reto de las canciones se los queda Beto, quien ha sabido tener paciencia ante la infrecuencia de las entregas y me siguió la corriente, snig
- Chilangelina se queda con lo que escribí para Recolectivo.
- Todo lo demás lo se lo queda la asociación de perros donde recogí a Gaspachito.
Me gusta la idea de gastarme con elegancia. Porque que porquería es vivir "ahí nomás"