miércoles, 27 de julio de 2011

Solteros vs Casados

day 23 - a song that you want to play at your wedding

Una de las desgracias de ver únicamente un capítulo (o pocos) de Sex & The City es pensar que sólo se trata de solteronas malcogidas (o sobrecogidas). Viejas locas que capítulo a capítulo intentan declarar la supremacía de la mujer independiente sobre las casadas y aburridas. O ¡peor! sobre los hombres, el nuevo sexo débil.

Aunque la verdad, esa no es la verdadera desgracia. La desgracia es que las mujeres nos creamos ese papel. Que actuemos siguiendo ese modelo, callando nuestros sentimientos o negándonos ser valientes ante un nuevo rol. ¿Por qué reaccionamos así? Alguna vez, yo lo hice por dolor. Protegía mi orgullo y de paso el corazón. También lo hice por contreras. El final perfecto, desde cuentos infantiles hasta películas (pasando por lelonovelas) termina en boda. “Y vivieron felices para siempre” Somos muchos los ejemplos de que las cosas no son así.

La boda es sólo un evento al que la mercadotecnia, sociedad y Hollywood se han encargado de darle un brillo falso y corriente. Por meses, todos esperamos la boda de Romualcita y Gertuliano. Vamos a Liverpool y les compramos el Xbox que pusieron en la mesa de regalos (¿Qué pedo con la gente, por cierto?). Buscamos ropa elegante y preparamos los colmillos para la tijereteada. En la fiesta, cubrimos el vestido (¡carísimo!) con botargas para bailar como Timbiriche. Nos aprovechamos del chupe gratis y terminamos teniendo drunk-sex. Brillo falso y corriente, insisto.

Aunque estoy amancebada, yo me considero casada. Sin darme cuenta, un día me convertí en esa señora que regaña al marido por no llamar. En pensar en la comida de todos los días. En las vacaciones de semana santa. En resumen: a pensar en plural. Cuando me cayó el veinte me asusté y tuve una crisis matrimonial. Pensé que era injusto echar mi soltería por el caño. ¡Tanto aprender a disfrutar mi soledad para ahora mandar todo a la chingada! No era justo.

Tuve que bajarle dos rayitas a mi drama para darme cuenta que no pasaba nada. Que en realidad me gusta ser mandilona y estar en ESTA relación. Que es importante y por eso, debo actuar en consecuencia. Y suena a cliché pero es cierto: sólo cuando aprendí a estar sola, aprecio más estar acompañada. Sé que estoy acompañada porque quiero, no porque lo necesito.

Con la sabiduría que me han dado los madrazos que me he puesto en la vida, les digo: ninguno de los dos estados (soltero / casado) es el perfecto e ideal. En ambos hay problemas y cosas divertidas. Momentos que nunca vivirás estando del “otro lado”. Así es de emocionante y a la vez injusto.

Vuelvo a Sex & The City. Hay un capítulo en el que Miranda que lleva un tiempo arrejuntada con Steve, dice que tienen sexo “normal”. Se conocen bien, saben cómo llegar al orgasmo y no hay mayor emoción. Por otro lado, Samantha (supongo) habla de haber cogido con 2 enormes penes (y sus hombres), en un elevador y embarrándose comida. Ok, no era eso pero algo así. La reflexión es: cuando te toca coger con amor, disfrútalo. Cuando te toca coger con 2 enormes penes (y sus hombres) disfrútalo también.

Esta versión de Muse a la setenterísima Can't take my eyes off you sonará fuertísimo el día que me vuelva a casar, si no, me divorcio al día siguiente.

jueves, 21 de julio de 2011

El Ánimo y felicidad computita

day 22 - a song that you listen to when you’re happy

Existe un individuo en Querétaro al que todo mundo le llama “El Ánimo”. Suele rondar por las tardes y sobre todo en el centro, cuando los queretanitos salimos a culturosear los fines de semana. Trae una cartulina con las palabras ¡Animo Querétaro! ¡Ánimo gente bonita! que levanta mientras da tremendos y muy sonoros chiflidos y gritos más o menos así: FIFIFI – ¡ÁNIMOOO! El Ánimo anda en sus cincuentas, es delgado y camina muy rápido. Sonríe y saluda sin esperar lo mismo. Hay gente que se detiene al verlo, contesta los chiflidos, se toma fotos con él y grita ¡Ánimo! El otro día lo vi por cinco de mayo en su ánimo-móvil amarillo. Por supuesto, el coche también tiene pintado con negro la palabra ¡Ánimo!

La primera vez que lo vi me sentí incómoda. ¿Se supone que tengo que gritar? Y por supuesto que pensé ¿está loco el tipo o qué pedo? Al final, ¿qué chingados me importa si está loco? Como muchas cosas, el sentirme así tiene más que ver conmigo que con los demás.

Mi personalidad no es dramática (aunque he hecho mis telenovelas) no me considero del club de los optimistas. Si no estoy en confianza, soy más bien reservada y no tiendo a mostrar mis emociones efusivamente. Ya saben, esa gente que sobre-abraza o sobre-sonríe a la menor provocación. Que saludan con entusiasmo digno de un perrito french poodle.

Tendemos a asociar la felicidad a momentos específicos. Desde los clásicos y propuestos por Kodak hasta los muy personales y orgásmicos. Así que el día “normal” queda rebajado a una chingadera. Hubo un tiempo que hice demasiado esa comparación. “Soy feliz, estoy a gusto, pero no como aquel día que (…)”

La felicidad incomoda. Me sentía rara con la felicidad excesiva y compartida del Ánimo y me deprimía mi propia felicidad pasada. Ambos, repito, son pedos míos.

Este post lo tengo en mi cabeza desde hace 2 días, pero no lo había escrito. Me despierto a las 7 con los gritos de Gazpacho. Trabajo todo el día y salgo como a las 8pm. Entre lo que saco a los perros, hago ejercicio y lavo los trastes y leo en internetz me dan las 10. Ceno y estoy tan cansada de hacer lo de siempre que no puedo oprimir una tecla para escribir.

Pero al escribirlo recordé que hoy, durante una reunión evangelizadora (de agile development, no se asusten) me di cuenta que hay un nuevo adepto a la causa. Prontamente, los agile computitums seremos más famosos que los Beatles.



Pd. Investigué más del Ánimo y no está loco y no siempre ha sido un tipo feliz. Una buena entrevista acá por el Champi. Y resulta que por gritar a favor del PRI lo metieron al tambo. El chisme acá. Y un video del señor gritando para los no queretanos acá.



Cuando en las noches / madrugada me siento feliz (algunas veces por efectos del alcohol) manejo por Bernardo Quintana escuchando música a todo volumen y berreando las letras.  Reptilia nunca falta




I said please don't slow me down
If I'm going too fast

You're in a strange part of our town
Yeah, the night's not over
You're not trying hard enough
Out lives are changing lanes
You ran me off the road

martes, 19 de julio de 2011

Metroniñosexuales y otras chingaderas

day 21 - a song that you listen to when you’re angry

Que las mamás padroteen a sus hijas no es algo nuevo. Las estéticas de depilación láser tienen a niñas quitándose el bigote. Lo mismo sucede con las garras postizas, alaciados o cirugías plásticas. Ya me acostumbré ver a las putiniñas en los centros comerciales. Me encabrona la idiotización de las escuinclas. El mensaje de que el cuerpo, la cara y la pose para las fotos de facebook son lo importante. ¿Aún les importa conseguir un marido de buena familia o un amante rico?

Quien sabe.  Pero en eso pienso al verlas: pinches cabezahuecas. El coraje se me baja cuando golpeo putiniñas en los estacionamientos de los centros comerciales. 

La semana pasada  me ocurrió algo traumático: en el gimnasio al que asisto (y que muy pronto abandonaré por razones que explicaré otro día) me encontré a un mocoso de 10 a 12 años haciendo pesas. Era un grillo patas flacas y pelos lacios empujando aparatos mientras ponía cara de cagar estreñido.

Yo sé que están de vacaciones y que los padres hacen cualquier cosa por mantenerlos alejados de la casa, ¿pero cargar pesas? ¿Qué hay del fútbol, la natación, el karate o de perdis, andar en bici por la calle? Qué bueno que el niño quiera hacer ejercicio. ¿Pero pesas? Ni siquiera se les han desarrollado los músculos de hombre.

Creí que era un caso aislado, pero al día siguiente, vi otros dos. Uno iba con su madre, tendrá complejo de Edipo o algo. El otro iba sólo. Ninguno se divertía o hablaba entre ellos. No lo entiendo. Ahora resulta que hay metroniñosexuales.


Las canciones las de las campañas políticas me encabronan. Y esta, además de ser una chingadera, es cínica al presumir “el menos malo es el mejor”. Qué mamada Yunes, chinga a tu madre.



PD:  no la escucho cuando estoy enojada, la verdad no escucho canciones cuando estoy enojada porque me gusta escuchar mis mentadas de madre.

jueves, 14 de julio de 2011

Sad song / el vestido de mamá

day 20 - a song that you listen to when you’re sad

El mes que entra asistiré a una boda y voy a llevar puesto un vestido de mi mamá. El vestido ya no le queda, pero hace 8 años entraba perfectamente. El vestido es sexy y muy bonito: es azul turquesa, con los hombros ligeramente descubiertos (caen las mangas). Entallado hasta media cadera / nalga y de ahí sale una falda con vuelo. La falda no es cerrada; se abre justo en medio de las piernas y hasta medio muslo.

Cuando me puse el vestido, me vi al espejo. Sumí la panza y saqué tetas y nalgas. No recordaba que mamá hubiera estado tan buena. Entonces me acordé. Mamá bajó de peso por tristeza.

Como todos, he tenido periodos de extrema tristeza. Esa tristeza me ha cambiado, pero a final de cuentas, he salido adelante. Sin embargo, la tristeza de mi mamá me pegó de manera muy diferente. Aunque la fuente del dolor me dolía a mí también, nada podía hacer. Son de esas situaciones en las que el estar ahí ayuda, pero no sana.

No estaba preparada para ver a mis padres como personas. Con defectos enormes y maneras ilógicas de actuar. Me agarró sin saber que hacer el verla con esa tristeza. Ella siempre había sido siempre supermamá, la mujer más fuerte y luchona del planeta.

Mi mamá es una mujer a la que las cosas sencillas la hacen feliz: ir al cine con su viejo (mi papá), tener a sus hijas en casa, compartir una carne asada, conversar con sus amigos, tejer para la nieta que está por nacer. No gasta en superficialidades y prefiere leer a andar en los chismes.

Con el tiempo, mi mamá recuperó tanto la felicidad como el peso. A sus sesenta y sabecuantos, no está muy gordita pero tampoco es una MILF. Y ni quien quiera que vuelva a estar así. Eso sí, el vestido me lo quedo yo.


Best of you, a pesar de estar en mi álbum favorito, no puedo escucharla. Me pone triste recordar lo que alguna vez significó.



lunes, 11 de julio de 2011

El álbum de mi abuela

Day 19 - a song from your favorite album

Mi abuela paterna tiene un álbum lleno de fotos decoloridas. El álbum ya está bien madreado. Las orillas rotas, hojas sin plastiquito cubrefotos y huecos cuadrados con la orilla mugrosa. En sus hojas hay algunas fotos mías. Retratada con dientotes y las patas flacas, en ninguna foto tengo más de 12 o 13 años.

Hace mucho tiempo que no veo ese álbum. Pero me acuerdo que mi abuela lo sacaba a la menor provocación. Lo veíamos a su lado, mientras hablaba cada foto: mira Robertito qué guapo, saliendo de la primaria. ¡Y la sonrisa de Fabiolita! Tan bonita desde chica. Ay mis nietos tan hermosos.

A veces siento que para mi abuela esos fueron los buenos años. Cuando tenía al chamaquerío peleándose por sus tortillas de harina. Cuando se tenía que levantar por la noche a callarnos. Cuando competíamos a ver quién se comía más tamales.

Ahora, mi relación con ella se resume a hablar del clima en Querétaro, del trabajo que está siempre bien y de aguantar las indirectas de los hijos que no planeo tener. Desde hace mucho, entre nosotras hay un hoyo. No me siento mal por ello. Así son las cosas con la gente con la que compartes la sangre. Podré tener sus caderas y buenos recuerdos de la infancia.  Pero después de los 13, ¿qué más?

Nuestra relación se quedó como esas fotos. En un álbum que cada vez se decolora más.


Descubrí a los Foo Fighters en el 2005, cuando veía un canal de videos.  La canción era "Best of you" y me impresionó ver a  Dave  gritándole a un micrófono antiguo.  (ya sé, vivía bajo una pinche piedra).  Un día, para hacer tiempo,  entré con mi prima a un Mixup.  Compré el In Your Honor y la obsesión comenzó.  Del primer disco, la secuencia de las canciones es perfecta. El pasar de "In your honor" a "No way back" se siente natural.  Es más, al principio creí que eran sólo una canción.  El segundo disco, es más instrumental pero no por eso aburrido.  Mis CDS ya no se escuchan de tan rayados que están.  Dave Grohl, creador divino, arráncate con esta:


viernes, 8 de julio de 2011

Day 18 - A song that you wish you heard on the radio / cosas que nunca hubiera querido oir

Existe gente especialista en decir cosas que no queremos oír. Cosas personales a gente que apenas llega a conocida. Esas cosas que sólo salen cuando se está bajo los influjos del alcohol (como dicen en las noticias). Es gente terrorista que considera que el sufrimiento con el que cargan los autoriza para compartirlo.

Hace algunos días, vi a un fellow computito comer frutas y verduras de almuerzo. Cosa extraña ya que el almuerzo oficial computito es gordita de migajas rellena de tacos de chamorro y quesito derretido encima. Poco chile por aquello de las agruras. Le pregunté si en verdad le gusta comer las variantes pasto y respondió que sí. Otro fellow computito se metió a la plática y comentó que él también está acostumbrado a comer verduras. Y cito: “en mi casa comemos muchas frutas y verduras debido al alcoholismo de mi papá”

O…kei.

Las mujeres son más propensas a soltar intimidades. Por ejemplo, La Menstruona. La Menstruona llega al trabajo/banco/súper con cara de desvelo: ojeras largas, baba seca en los cachetes y los pelos revueltos. Un buen observador social se abstiene de hacerle la típica pregunta de compromiso ¿Cómostás? Con verla, sabemos que hay que huir. Pero la Menstruona no necesita preguntas inútiles sobre cosas sin importancia. Basta preguntarle si está listo el reporte o necesita algo más. Invariablemente, ella contestará: “[Si / NO] me siento fatal porque estoy reglando y siento que en cualquier momento me explota el abdomen. Estoy segura que la cantidad de sangre que me sale de la vagina llena una cubeta. Qué digo una, ¡dos cubetas!” y cierra con un “ay, porqué a mí” o, si el pobre preguntón es hombre dice “que suerte tienes de ser hombre”

Toni, una señora española con la que viví un tiempo, era especialista en decir cosas que no quería escuchar. Toni me rentaba una habitación en su piso (departamento) y como recién me habían corrido de otro depa, procuré tener una actitud receptiva. Toni andaba en sus sesentas y gustaba de fumar y traer las chiches colgando por toda su casa. Tenía un amancebado que se iba temprano a trabajar o a sabequé. La cuestión es que yo me quedaba en casa y ella aprovechaba para contarme la tragedia de su vida. El primer día me enteré que era viuda. El segundo día por la mañana, que tenía mal los pies y poco falta para que no pueda caminar. Por la tarde me contó la desgraciadez de sus hijos. Por la noche, me dijo que se le habían jodido más los pies porque el día que la iban a operar, los trenes en Atocha explotaron y suspendieron su operación. Para el tercer día sabía los issues con su pareja y el saldo de su cuenta de ahorros. Todo eso me hacía sentir terriblemente incómoda. Yo quería tener conversaciones tipo “hola, que tal tu día; todo bien” y “Aquí está la renta”. Pero no.

Con el tiempo, también me fui de esa casa; la señora y su hija tenían una propensión al drama digna de cualquier novela de televisa. Cuando le dije que me iba, hubo llantos y recriminaciones. Recuerdo que me dijo que casi se desmaya de la impresión y que cómo podía hacerle eso, ella que tanto confió en mí. Pagué por una confianza impuesta.

No entiendo porqué la gente es así. Tan fácil que es abrirse un blog.


No sé como llegué a esta canción.  Supongo que por alguna liga de Juanma, que es de mis pocos contactos de por allá.   La bien querida hace muchas canciones cursis, pero amo la forma en la que mezcla los instrumentos.



A Manel si que lo conocí por el blog de Juanma y la producción de este video está bien chingona. La canción (también melosa) me encanta.  Está en catalán, al igual que éste es un cover de Common People de Pulp.

martes, 5 de julio de 2011

Recomendaciones im-per-di-bles

Sólo Barney Stintson y yo sabemos aceptar retos con altos niveles de testosterona. Todo mundo se pone buscar en youtube, sube cancioncitas en feisbuk y se quitan el sudor de la frente, pfff.  Pues bueno, Beto ha entrado al quite y de una lo ha hecho de gran manera.   Más de uno de sus posts son LA chingonería.

VAYAN PUES A CONOCER QUE ES BAILA BALACONA Y EL PORQUÉ EL HÉROE ANÓNIMO DETRÁS DE ESE BLOG TIENE TANTOS MOM-ISSUES.

También hay un nuevo cuentito en el Blog de la Hoja de Arena.  Tiene algo de fantasía -no sexual- debido a que algún día quiero escribir un cuento de niños sin princesas.  En estas, hay 2.  Y conocen a una de ellas.

EL ARQUERO DEL REY SALE HACIENDO CLIC AQUI

Disculpen las mayúsculas.  VAYAN RAITNAO

lunes, 4 de julio de 2011

Day 17 - a song that you hear often on the radio / RMX

Desde hace algunos meses, me contrataron como “Gerente de QA”. En realidad no sé si soy gerente o jefe o encargado o chacha ya que diferentes documentos dicen puestos distintos. Y como a mí esos títulos nobiliarios me parecen del siglo XVIII, en el chat interno mi título es “Doña de los Bugs”. Y la monita que aparece como avatar es esta:
Yo no quería ser Doña de los Bugs. En realidad quería ser “Arquitecta del plan de dominación mundial” pero ya había firmado el contrato cuando me informaron que Obama ya tenía el puesto. Como sea, desde el principio insistí que el área no debería existir. Y es que durante todos mis años de QA me he brincado a mi jefe/jefa. Trabajo mejor directamente con el equipo de desarrollo y tener dos patrones es peor que tener dos viejos latosos. Así que antes de que mis pequeños saltamontes me den una patada en el culo, decidí dárselas a ellos impulsar el cambio.

Se llama Agile Development y como en Big Brother, las reglas para el desarrollo de software cambian. No voy a abrumar a los mortales que leen este blog con los detalles divinos. La cosa es que hay que cambiar de chip.

Siempre he pensado y presumido que los computitos somos gente harto creativa. Que el desarrollo de software es una mezcla divina entre literatura y matemáticas que hacen maravillas en unos y ceros. Pues bien, estos son tiempo de demostrar mis teorías computinas. El paquete está cabrón y podrían preguntar ¿porqué hacerlo?

Porque es divertido. Porque haciendo las mismas cosas me aburro. Porque me gusta andar de revoltosa. Porque creo que es mejor así. Porque hay gente que me ha inspirado.

RMX es una estación de radio jalisquilla que puso “sucursal” en Querétaro. Los he seguido desde entonces y he descubierto diferente forma de hacer radio. La propuesta musical, los programas e incluso la forma de dirigirse a la audiencia es diferente a lo que la radio provinciana nos tiene acostumbrados. RMX hace radio con una premisa: la gente no es pendeja, no hay por qué tratarla así. Y por eso, suele sorprendernos.

Hay un comercial que podría pecar de poco humilde que dice “RMX te cambia la vida”. En mi caso, ha sido así. Además, yo prefiero a la gente presumida que a las que pretenden una humildad barata.

Escuché esta canción justo ayer, que Rey Pila le abrió a Interpol. Y creo que va con el tema y con el post.