En Guangalajara, las tortas son bañadas en salsa de jitomate y chile: son las famosas ahogadas de pan duro (que se aguada) y carnitas. Así que a las tortas, los tapatíos les dicen lonches. Mi lonche favorito es el de pierna. Lleva queso ranchero (de preferencia de los altos de Jaliscou), lechuga (de preferencia desinfectada), jitomate (de preferencia aguacate) y chile en vinagre. Ah, y pierna de puerco.
Aunque van calentados en una plancha grasienta, nuncamente los aplastan en esas megasanwicheras, como lo hacen en el metro del DF. Y es que por muy despistado que el chilango sea, aplastar el pan jalisquillo es físicamente imposible.
Y es que el pan duro, crunchiesco y salado, es la estrella de este delicatessen jalisquillo.
Este pan no lo venden en panaderías. En mi alocada juventud, un señor pasaba con una canasta de mimbre sobre la cabeza y a gritos anunciaba "tamaliiiis", que es nombre-clave en tapatío para el pan. Por eso tardé tanto tiempo en descubrir esa ambrosía. Malditos jalisquillos xenófobos.
No recuerdo exactamente cuándo fue que los probé; como ya dije, tuve una alocada juventud. Supongo que fue uno de esos años que pasaron desde que Sello Rojo dejó de vender leche en envase de vidrio y nació una jirafita en el zoológico. Pero la globalización llegó a Guangalajara y los maestre del pan salado tuvieron que migrar a tianguis y tienditas de la esquina. Entonces me hice fan de este pan y me crecieron las nalgas.
Para aquellos que saben la diferencia entre "ocupo" y "necesito", les diré qué características debe cumplir un auténtico pan jalisquillo:
- No tiene migajón. No hay insumo suficiente para apelmazar figuras eróticas con baba.
- No tiene "chichita" en las puntas. Esa protuberancia que hace que los bolillos lleguen incompletos a la cena.
- Es duro y crunchiesco. Si no te lastimas una encía, posiblemente sea pan pirata.
- Es poco salado. Poco.
- Es delicioso con crema o queso panela.
Ignoro cuál es el ingrediente secreto para elaborar dicho pan. Es un secreto que los maestre del pan salado pasan en los rituales homosexuales secretos. Como sea, es un delicatessen que no debe faltar en su próxima visita a Tapatilandia.