¿Han tenido esa sensación? Que a pesar del triunfo evidente, el fracaso se queda en la espalda. O viceversa, ante un fracaso rotundo, hay un sabor dulce en la boca (suponiendo que les gusta el dulce). No hay que confundirlo con una resignación idiota o con el clásico “en tierra de ciegos, el tuerto es rey”. Incluso, los Killers le hicieron una canción: Mr. Brightside.
Hoy perdigané y me sentí felitriste por ello. Llegué a casa sintiéndome melancoentusiasta y cuando me vi en el espejo, me encontré bonitahorrible. No, no es doble personalidad. Al contrario, es un solo sentimiento, que tiene dos caras. Supongo que así es mi personalidad y por eso, mi fracaso estrepitoso en grupos extremos.
En este pequeño post, el WIN o el FAIL absoluto no tienen lugar. Váyanse con su manita a otro lado.
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